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El calentamiento global representa una amenaza para todos los habitantes de planeta y su principal propulsora es la contaminación atmosférica. Esta se da por razones naturales y por causas que los humanos mismos provocamos. Las consecuencias de emitir diferentes tipos de contaminantes atmosféricos a la atmósfera es la extinción de especies, la desestabilización de ecosistemas y aumento de catástrofes naturales.
En este post nos centraremos en los tipos de contaminantes atmosféricos, de dónde provienen y de cómo evitarlos a nivel personal.
La sociedad está cada vez más concienciada con la importancia de cuidar el medio ambiente, ya que su deterioro nos afecta directamente. Formándote en alguna de sus áreas, podrás abordar problemas del mundo real como el calentamiento global o la escasez de agua.
Muchos de los tipos de contaminantes que actualmente se utilizan en la industria o en los hogares, se pueden eliminar o sustituir por otros más sostenibles muy fácilmente, como es el caso del plástico. Este material es uno de los más nocivos para el planeta que sencillamente se pueden sustituir por elementos biodegradables.
Aunque no las veamos, están ahí, en el aire que respiramos. Solo hay que coger una muestra de aire y llevarla a analizar para ver todas las sustancias dañinas para la salud que hay en un nanogramo cúbico.
Los tipos de contaminantes atmosféricos se pueden agrupar en contaminantes gaseosos, partículas sólidas, contaminantes naturales, contaminantes naturales y contaminantes primarios y secundarios y los más preocupantes, los contaminantes generados por el hombre.
Dada la gran variedad de tipos de contaminantes atmosféricos que existen hoy en día y su cúmulo en el aire que nos rodea por varios factores como la industria o el tráfico, es importante ser consciente de que nuestra salud puede ser gravemente resentida.
Tras el parón que provocó el COVID en ciudades de todo el mundo, se comprobó que la calidad del aire de las ciudades mejoró notablemente y esto nos ha dado algunas pistas para tomar medidas en lo que se refiere a la mejora del aire que respiramos.
En casa también es importante mantener un ambiente sano y hay varias acciones que pueden ayudarnos con esta tarea, como por ejemplo: quitar el polvo asiduamente, lavar con frecuencia fundas de sofás y cojines, mantener limpio el interior de electrodomésticos para evitar la expulsión de polvo, poner humidificadores o instalar detectores de humos.
Estas son solo algunas medidas para paliar los efectos de la contaminación a corto plazo y evitar que la ciudadanía caiga en enfermedades respiratorias, pero para una renovación mucho más profunda del aire y crear las bases para una sociedad más sostenible, es necesario que gobierno y comunidades se comprometan a invertir en nuevas tecnologías e investigación.
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