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Es interesante ver que los hábitos de estudio promueven el desarrollo cognitivo, así como también la capacidad de aprender con una menor dificultad los contenidos nuevos que se presenten en clases. Del mismo modo, el empleo de rutinas saludables de estudios trae muchos beneficios, como el poder mejorar el rendimiento académico y ayudar a crear una vida en torno a la disciplina. Además, con el pasar del tiempo, las mismas ayudan a que los pequeños puedan crecer seguros en relación a sus propias capacidades.
Y es que en un mundo en el que nos vemos abordados por las tecnologías y por todas las distracciones, es común que cueste centrarnos en algo y más aún desarrollar los hábitos de estudio. No obstante, el poder trabajar en estos desde que somos niños nos asegura un futuro con menores dificultades al momento de aprender y mayor capacidad de concentración y comprensión.
Todos los especialistas de la psicopedagogía coinciden en que es bastante bueno comenzar este tipo de actividades desde una temprana edad. El desarrollar una rutina que se pueda aplicar en un horario fijo cada día, entrega excelentes beneficios, permitiendo incluso que los mismos vean los tiempos de estudios como espacios para crecer, sabiendo que tendrán el tiempo necesario de dispersión y diversión.
Porque, en la actualidad, las personas que tienen malos hábitos es porque no se han centrado en establecer horarios entendiendo que siempre habrá espacio para los tiempos de convivencia familiar y de ocio. Porque ciertamente, no todo tiene que ver con los estudios, pues siempre se tiene que disfrutar de salidas y momentos recreativos en los que se pueda trabajar la creatividad a través de los juegos y las habilidades sociales, las cuales son muy importantes fuera del ámbito de estudio.
Hay que destacar que los hábitos de estudio se pueden implementar en cualquier momento de la vida, aunque es ideal que los padres puedan comenzar a establecer las mejores costumbres en sus niños aun cuando no hayan comenzado su educación formal o cuando ya empiezan la educación básica, media o de la universidad.
En cualquier caso, es importante que los padres apoyen en esta tarea con el intento de inculcar en los hijos la posibilidad de que sean organizados con sus tiempos. Por ello es ideal que los representantes les permitan llevar calendarios con una serie de actividades que tendrán que visualizar y decidir hacer en el tiempo programado. En este sentido, siempre se pueden lograr las innovaciones y, por lo tanto, se pueden incorporar imágenes u otros objetos didácticos que permitan a los pequeños ir marcando las tareas que estén realizando.
Para los adolescentes es ideal fomentar los hábitos de estudio en función de los intereses personales que tengan y la motivación con la que lleguen a contar para cumplir con sus responsabilidades. De todos modos, la rutina de estudio es algo que se tiene que planificar con un tiempo disponible, dejando el suficiente espacio para los momentos de recreación y descanso de tareas y actividades que estén conectadas al proceso escolar.
Lo ideal es contar con las herramientas y el apoyo necesario para que el estudio pueda resultar en una práctica positiva y en un espacio que permita desarrollar habilidades intelectuales y sociales de gran importancia. Por ello, algunos de los tips para comenzar a adquirir buenos hábitos de estudio son:
Cuando pensamos en estudiar solemos creer que se puede hacer en cualquier sitio, sea la casa, en el autobús, en el metro o cualquier otro lado. Sin embargo, si queremos retener la información apropiadamente y concentrarnos en lo que tenemos por delante, lo mejor es buscar un espacio libre de distracciones y en el que podamos enfocarnos solo al estudio, dejando fuera todo tipo de interrupciones. Como dato extra para cultivar este tipo de hábitos de estudio, es ideal que el espacio sea ordenado, iluminado, amplio, silencioso (aunque se puede poner música que nos ayude con los repasos) y por supuesto, cómodo.
Está bien, puede sonar un poco extraño que uno de los hábitos de estudio que recomendemos sea precisamente dejar de estudiar. Pero es que muchos niños y los estudiantes más avanzados suelen llenarse y cargarse con tanta información que no la terminan reteniendo debidamente lo que les interesa. De hecho, los estudios científicos han demostrado que la capacidad del ser humano para aprender disminuye mucho en proporción al tiempo que pasa frente a los libros.
Es por este motivo por el que, para maximizar el uso del tiempo, lo mejor es dividir el aprendizaje haciendo descansos organizados entre las diferentes sesiones de estudio. Una técnica que puede ayudar muchísimo es la del reloj del tomate, que consiste en estudiar en cuatro bloques de unos 25 minutos cada uno y descansar unos 5 minutos entre ellos, siendo que el último período de descanso será un poco más largo antes de reiniciar el ciclo (ojo, esta estrategia también se puede utilizar en el trabajo para conseguir excelentes resultados).
Los mejores estudiantes tienen en común este tipo de hábitos de estudio que debería ser algo común y corriente, pero que no lo es en realidad. La verdad es que hacer esto permite mejorar la planificación y quita todo tipo de estrés en nosotros, dando motivación y ayudando a concentrarnos mucho más en una tarea concreta que en todo lo que aún falta por conseguir. Si no lo has hecho, comienza a aplicarlo de una vez por todas.
Hay ciertas ocasiones en las que nuestro lugar de estudio no cuenta con todo lo que necesitamos para poder concentrarnos al 100%. El tener todo preparado al momento de sentarnos a estudiar permite que no perdamos tiempo en la búsqueda de cosas que hacen falta. Asimismo, comenzar a incorporar la organización como parte de nuestros hábitos de estudio nos ayudará a mejorar en muchas otras áreas de nuestra vida.
Una de las mejores recomendaciones para mantener el ritmo de estudio o mejorar nuestras calificaciones es evitar todo lo posible la distracción con el móvil, el ordenador o el televisor cuando estamos intentando analizar y comprender información. Lo mejor es alejar todos estos objetos cuando estamos ante el camino de la concentración o de nuestro lugar de estudio. En caso de no tener suficiente autocontrol con nuestro Smartphone, descargar una aplicación que bloqueen el WhatsApp y otras apps es una buena alternativa que harán nuestra vida mucho más fácil.
Uno de los mejores hábitos de estudio que puede adoptar cualquier estudiante es el de optar por crear sus propios recursos al momento de estudiar. Esto nos guía a poder administrar los conocimientos de una mejor manera, nos ayuda a descubrir formas distintas de aprender y mucho más, con el único fin de superar todos los retos académicos. Cabe mencionar que este es un factor que cabe dentro de lo que es conocido como aprendizaje activo o, en otras palabras, ser más eficaces y productivos con nuestros estudios y procesos.
Decíamos antes que uno de los mejores hábitos de estudio consistía en tomar tiempos de descanso entre las horas de estudio. Por ello, cuando comenzamos a aplicar los repasos espaciados, vemos que esta es una excelente técnica que nos permite retener el conocimiento en la memoria a largo plazo. La misma nos permite poner a prueba nuestros conocimientos de forma regular, nos ayuda a divertirnos a través del estudio y es una actividad ideal para disminuir el cansancio mental que tengamos.
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