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La privacidad en internet y en las redes sociales es más importante de lo que pensamos. Seguro que alguna vez has tenido la falsa sensación de inmunidad tras la pantalla, pero basta con relajar las medidas de seguridad para que un día te veas sorprendido por un hacker.
Hacer de internet un entorno seguro es uno de los retos más ambiciosos de la era digital. El auge de las redes sociales, el surgimiento de nuevos modelos de negocio digitales, las plataformas de comunicación instantánea, los ecommerce, las nuevas redes de información, la disponibilidad de diversos métodos de pago y demás actividades que realizamos en internet son un arma de doble filo. Nos permiten agilizar muchas tareas y facilitar las comunicaciones, pero también estamos expuestos a los depredadores cibernéticos.
Hay varios factores que debes tener en cuenta para una navegación segura, entre ellos, la protección de sistemas de datos, actualización del sistema operativo y softwares que uses y mantenimiento adecuado del hardware, cambio esporádico de contraseñas y, sobre todo, mucho cuidado con lo que compartes en redes sociales.
Algunos de los sitios más peligrosos donde los ciberdelincuentes buscan a sus víctimas son en las plataformas donde se intercambia información, ya sea en forma de datos, archivos y meras conversaciones. Por ejemplo, los delitos en las redes sociales están a la orden del día y en este post vamos a destaparlos.
¡No bajes la guardia! Disfruta de un uso seguro y responsable de las redes sociales. Sigue leyendo y apunta las medidas seguridad que te recomiendan nuestros expertos en este post.
Con el uso correcto, las redes sociales pueden abrir muchas oportunidades para las personas. Con ellas podemos hacer nuevos amigos y crear conexiones instantáneas con personas de todo el mundo, mantener el contacto con los seres queridos que están lejos, encontrar trabajo e incluso participar en acciones solidarias. Los problemas surgen cuando no le damos el uso correcto o los usuarios no son realmente el público para el que se crearon. Sin ir más lejos, las redes sociales más comunes, como Instagram, Tiktok o Facebook, están diseñadas para mayores de 14 años, pero los niños de hoy en día, reciben su primer móvil con 11 o 12 años y, lo primero que hacen, es registrarse en estas plataformas.
No obstante, los niños y adolescentes no solo son los más vulnerables a los delitos en las redes sociales, los adultos también estamos en el punto de mira.
Problemas de privacidad: la raíz de los problemas de seguridad es que todavía no somos realmente conscientes de la cantidad de información que dejamos en internet. En redes sociales, por ejemplo, si pasamos información no encriptada, no actualizamos las aplicaciones o compartimos contenidos con desconocidos, estamos en riesgo de sufrir robos o chantajes. Una publicación puede dar la vuelta al mundo en cuestión de días y, sin querer, divulgar información como de los lugares que frecuentamos, quiénes son nuestros familiares más cercanos o dónde trabajamos.
Otras violaciones de la privacidad, las cometemos nosotros mismos, como el shatering: definido como la práctica de mostrar en redes contenidos de nuestros hijos pequeños exponiéndolos desde edades muy tempranas a la red.
Suplantación de identidad: este es otro de los delitos en las redes sociales más comunes. Consiste en robar fotos, vídeos o información de otra persona y abrir un perfil social como si fuera ella. También se da cuando otra persona consigue acceder a una cuenta que no es suya y comienza a interactuar en su nombre. Para evitar esto lo único que podemos hacer es tener cuidado con lo que publicamos, escoger contraseñas que no se relacionen con nuestros gustos, fechas de cumpleaños, etc, mantener el perfil privado y agregar solo a personas de confianza y cambiar las contraseñas con relativa frecuencia.
Ciberbullying: este término surge a raíz de la transformación digital de las aulas y a medida que la tecnología se vuelve más accesible para todos los miembros de la familia. Claramente, esto tiene una parte muy positiva, pero también encierra peligros como la extrapolación del acoso a las redes sociales. Esta faceta del bullying es casi más peligrosa que la “tradicional”, ya que las humillaciones y maltrato a las víctimas tiene una visibilidad y alcance mucho mayor y es más fácil la transmisión de bulos.
Grooming: este es uno de los peligros a los que las autoridades en ciberseguridad están poniendo más empeño para erradicar. Se trata del acoso sexual mediante internet. Los pedófilos suelen captar la atención de los menores a través de las redes sociales, haciéndose pasar por personas de su edad. Cuando el depredador sexual consigue el primer contenido ilícito, comienza un bucle de chantajes a los que la víctima debe obedecer a cambio de su privacidad.
Los social challenge: esto es especialmente peligroso para los adolescentes, ya que, para no quedar fuera de su círculo social, acceden a realizar ciertas acciones que los comprometen o que los dañan físicamente. ¿Recuerdas la cantidad de accidentes que hubo con el reto de hacerse selfies en lugares altos sin protección? Esto solo es un ejemplo de challenge viral.
Fake news: este problema es muy propio de las redes sociales y, más que a nivel individual, afecta a toda una sociedad. Las noticias falsas son muy peligrosas porque se extienden rápidamente, generalmente, se caracterizan por ser muy impactantes y pueden generar ideologías o movimientos de línea radical.
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